lunes, 17 de enero de 2011

The Beatles como fondo...



Otro lunes ha llegado, ha vuelto tocando mi ventana mientras con los ojos cerrados no quiero despertar, sin embargo a la alarma del celular no le importa eso y me llama con una canción de Sanz que voy odiando, yo la apago pero vuelve a sonar después de unos minutos, me doy cuenta que ya es hora de salir de mi pequeño mundo de madrugada, abro un ojo y me siento cansado, ojeroso, amargo...

Pienso que la semana recién empieza y eso me desanima mucho porque no sé qué hacer ahora, así que pienso que debo ir al trabajo, fingir que hago todo bien y volver a casa a encerrarme a ver un poco de tele y luego algún libro o charla por la computadora hasta dormir nuevamente, sé que suena patético, pero es algo en los que la mayoría cae que es “la rutina” Porque al igual que yo, la mayoría hará lo mismo, sin embargo eso no me consuela porque odio ser rutinario, odio que todo esté escrito y ya no pueda borrar algo por el simple hecho de que estoy cansado…

Ahora aquí en la oficina pongo música, unas canciones de The Beatles que dan vueltas y vueltas, realmente eso me pone alegremente triste, es como si mi soledad estuviera bailando, como si lo tanto que la extraño se tranquilizara, sí, porque la extraño mucho, sin embargo tengo en claro que eso pasará en algún momento, todo lo hará porque luego de lo que pasó hace unos meses en mi vida nada puede ser peor, así que estoy resignado, tal vez es lo mejor me digo, es lo mejor porque odio hacer sufrir a alguien sin querer, odio que todo sea realmente fuerte que lo estropee, es por eso que siento que nací para estar solo, y no, no digo eso con pena ni lastima, no lo digo por trágico, pero yo creo que hay personas que tienen esa naturaleza y yo en el fondo siempre lo supe, además no es raro en mí, estoy solo, es por eso que pensar en salidas y bullicios me desanima, no tengo fuerzas ni genio para perderme entre tanta exuberancia que nunca me llenó, y ahora aquí en la oficina no quiero hacer nada, doy vueltas una y otra vez en mi asiento, mientras los compañeros de trabajo me miran, seguro alguno pensará que ando siendo creativo y otro por ahí dirá que soy un simple vago, creo que ambos tienen razón, soy un vago creativo, un vago estúpido que de verdad no tiene ganas de estar ahí, pero menos en la calle porque desde hace semanas el sol ha instalado sobre Lima un calor que me calcina, es por eso que no quiero salir, no quiero pisar las calles que nunca me dieron una seguridad absoluta, siempre me sentí perdido caminando, siempre caí en esquinas que no me decían nunca nada, y ahora en este enero no sé qué diablos hacer con este tiempo libre que me queda, no quiero estar con mis amigos, no quiero salir solo a caminar ni mucho menos contestar preguntas del porqué ella ya no está en mi vida, debería cambiarme el número telefónico, pero luego pienso que en ese número estoy duado con mi hermana y mi sobrina que en realidad es mi princesa, por eso cambio de opinión, pero ese número se ha vuelto inservible, además siento que todo el mundo quiere encontrarme ahí cuando yo quiero perderme de todos, por eso no contesto las llamadas donde me invitan a salir ofreciéndome alguna compañía de momento, no, prefiero encerrarme en mi cuarto, leer algún libro, estar en la computadora y tratar de escribir, aunque eso es inútil, no puedo, hace mucho que dejé esa hazaña de escritor constante, es por eso que ahora me sorprendo escribiendo esta crónica, eso me anima, siento que quizá no me volví un inútil en esto, que aun puedo mantener el ritmo cuando ando inspirando y confuso, en realidad me gusta estar así, siento que toda la amargura de la semana se va yendo, algo así como dice una canción de The Beatles: “Hello Godbye…” Ahora la música avanza y ya todos aquí se molestan de que se repitan una y otra vez las mismas canciones, yo me rio, me divierto con el mal humor de los demás, deberían saber que este vago creativo es un maldito loco que no debió salir de su cama por la mañana, en verdad que hace calor aquí…

Es hora del almuerzo, creo que mejor acabo esto ya que no quiero aburrirme aburriendo a los demás, cerraré este archivo y me pondré a pensar en lo nuevo que haré en esta semana, así no lo cumpla es bonito saber que puedo intentar cambiar aunque sea con el pensamiento, así sonrío más y me callo de una vez por todas…