martes, 6 de abril de 2010

Ya no creo en aviones...



Desde luego que Lucy o mejor dicho Lucia se arrancaba la cabeza contra el poste pensado en un lugar diferente. Lejos, muy lejos, de cualquier sitio que mediara su tristeza con paginas de un libro que jamás le escribieron, Porque al diablo todos y con todo, Pensaba encerrada en su cuarto gris, alrededor de libros y de una cama pequeña donde siempre ponía su saquito azul antes de salir.
Era difícil después de todo largarse, moverse en dirección hacia un lugar diferente, encasillarse en un amor que moriría antes que ella al levantarse mientras va pensando “Dónde mierda se quedó mi tristeza?” Porque Lucy amaba tanto que prefería decir que no amaba y más cuando andrés es tan diferente a ella, más cuando andrés le dijo que Lima es una nada cuando los aviones se van hacia el sur, más cuando aquí no hace frió y la pena no logra tomar ni siquiera un vasito de vino helado.
Lucy en aquellas tardes decidía pararse en su ventana que quedaba en un octavo piso desde donde la playa se ve chiquitita. Ve a las gaviotas pasar y ella piensa en las hojas que caen del calendario, ve a las personas correr y piensa que un trago no le caería mal a esas horas, y por ultimo siente los rayos de sol que entra por aquella ventana y decide que andrés se puede ir a la mierda con todo y su perorata de la maldita soledad y de las tantas otras cosas que ella simula no entender. Piensa que ya se va, que todo puede volverse gris, ajeno y el maldito teléfono que suena, que la despierta de su trance y la deposita en una realidad que es esta realidad mal parada, no contesta, prefiere no entender los sonidos y decide explicarse lo que estaba pasando...

El sofá es muy pequeño pero aun así los abrazos se vuelven puentes que no se caen, andrés la quiere y por eso intenta perderse entre su cabello e imaginarse que los calendarios se quemaron, andrés recuerda las tardes en donde Lucy no existía y se da con la sorpresa que ella siempre había existido. Diablos... No puede pensar firmemente y más cuando la cabecita de Lucy se vuelve más suave, más necesaria. él se siente muy débil y se deja llevar en ese sofá donde Lucy duerme, donde él la abraza y donde los lunes son iguales a un domingo que no tiene horario, donde andrés sueña y le entra el miedo de no poder abrazarla mas fuerte, así Lucy no quiere partir de su abrazo, lo busca, lo encuentra, no lo suelta, porque de la nada ella se aferra escondiendo sus ojitos de un llanto que andrés no ve, que andrés no piensa, que andrés sigue con eso de la soledad y ella que quiere seguir durmiendo sin dormir, aunque sea fingiendo que el sur no existe, que los aviones son una oligarquía innecesaria dentro de un comunismo donde andrés siempre ríe, donde nadie entendería porque eso es entre ella y él, que igual el reloj le pesa a pesar que ella finge dormir. Por eso busca más abrazos y escucha que andrés le lee entre sus puntitos un cuento de Ribeyro, que así ella no soporta tanto cariño y él que sigue leyendo, que no se detiene entre ese niño aquel que camina y ella empieza a llorar, él que encuentra fuerzas en esa cabecita castaña y le promete que no dejara de leer aunque el reloj marque las nueve y ella se tenga que ir porque ya es tarde, porque a esa hora sus padres la esperan para cenar, aunque siempre al llegar se encierra en su cuarto porque no entiende nada, no entiende porqué ellos se pelean y la arrastran donde ella sin querer está cayendo; Al sur... sí andrés, el avión se va al sur, a Buenos Aires, por eso andrés entiende que si la buscas no la encuentras y si la extrañas te perderás tú mismo entre tristezas que aparecen sin abrazos, por eso andrés deja de mirar su foto tanto, deja de leer ese cuento y pon atención al anillo que ella te dio, no andrés, no es para que camines horas, tampoco es para sentirte feliz por poder sufrir un ratito, no andrés, eso es mierda, eso es hacerse daño uno mismo con hojas que no escribiste, eso es no esperarla y esperarla a la vez, entiendes?

Pero andrés mira y mira esa foto, conoce esa cabecita y aun así mira, conoce esa mirada chiquita y aun así dale con mirar, intenta decirle a esa foto que él entendió todo, que así es cuando uno sigue atado, por eso Lucia... o mejor dicho; Lucy, entiende que el que no sufre no ama, que entendí bien porqué me siento así, que entendí tu llanto a pesar que dormías, no me mientas Lucy, sé que llorabas, sé que intentaste sacarle a la vida otro calendario pero la vida no entiende de eso, la vida solo avanza mientras te vas al aeropuerto mirando por todos lados a ver si aparezco o no. No Lucy, no aparecí porque es mejor sentirse lejos que estar cerca sin poderte tocar, es mejor mirarte en esa foto sintiéndome feliz de estar tan triste, sintiendo una sonrisa porque la dejé de querer a ella para quererte tanto a ti, por eso Lucy entendí muy bien el porqué en las noches ya no caminaba, entendí bien porque me he quedado calladito y reído tanto, entendí que el verano regresó y por eso me duele la cabeza, entendí tu carta y a la vez intenté mejor no entenderla, es como haber aprendido sin ir a clases, es como que me siento mas viejo, que ahora así nadie me dirá que parezco un niño tonto, si Lucy lo entendí todo, gracias Lucy, así si es bonito querer, gracias Lucy, gracias...

Era la hora de despertarse y la aeromoza le pide que se abroche el cinturón de seguridad, Lucy se quita los audífonos y mira por la ventanita y solo las nubes que aparecen, se siente sola, vacía y triste.

andrés camina solo… Marzo 2004

12 comentarios:

Carolina dijo...

Hola Andy! que lindo relato de despedida, y Lucy se viene para B.A... que hermosa la escena del despegue, asi son las despedidas, llenas de nostalgia, tristeza y expectativa a la vez.

Me alegro de haberte encontrado.

(pero te comento una cosa: vos me pusiste Sra. mama, pero no soy yo esa chica, es otra Carolina , es pintora y peruana como vos, quiza hasta se conocen! El mundo es chico. Un abrazo.

INCRUSTADA EN LA INEFABILIDAD dijo...

Siempre con el nombre en minúsculas verdad ANDRÉS?
Ya me pusiste triste, no sabes que bien se siente (la verdad es que sí lo sabes). Necesito del invierno con urgencia (lo sabes tanto o más que yo)
Bienvenido al mundo del Blog nuevamente! Un abrazo.

sabina borda dijo...

me abrazo a la niebla de tus relatos, es bueno encontrarse con uno mismo en las frases de otro.
un abrazo de agua amigo.

Carmen Jones dijo...

¿'Los Aviones' de Andrés Calamaro?
No sé, pero me acordé de esa canción mientras leía tu entrada...

Gracias por el comentario.


Saludos.

Rosario.

Paula Olivieri dijo...

Hola andres!!!!!
Ando apuradísima porque estoy en el trabajo así que te leo después, pero hasta entonces quería darte la re- bienvenida y decirte que se te extraño mucho.
Abrazo gigante amigo!

Thamara Elizabeth dijo...

Volviste pastelito!!!!!!!

Es un gusto nuevamente retomar el contacto

Ya tu sae con todo el flow suae' suae'

wuakajakajkaajkajaakaj

Que weno que volviste cabro



Adieu!

Sublimaciones dijo...

Hola Andrés, muchas gracias por tus palabras; por mi parte digo lo mismo.. tu blog me ha llamado mucho la atención y de seguro te seguiré.

te cuidas !!

Roxana Laura Ronquillo dijo...

Andrés:
Te leo y me llegan al presente los mismos sentimientos, esos encuentros desencuentros que no importa lo que duren, duran para siempre...
Cambian las circunstancias, es verdad, en mi caso no hay aviones ni viajes de por medio, hay realidades que no pueden dejarse de lado... Momentos diferentes para la vida de cada uno, que a uno no le queda más que aceptar con lágrimas y seguir, y vivir y morir y amar entre las lágrimas y las risas...
Gracias por pasar por mi blog.
Ya te enlacé en él.
Besos y hasta pronto.
Ro

Goldie Lockheart dijo...

andrés, simetricamente.
mil gracias por animarte a conocerme a través de las letras. Un beso enorme es el que te dejo.

Jud dijo...

Me dejaste sin palabras con estas dos frases

"Porque Lucy amaba tanto que prefería decir que no amaba"

"andrés recuerda las tardes en donde Lucy no existía y se da con la sorpresa que ella siempre había existido"

se te echaba de menos y leyendo un texto como ese te puedo decir incluso te echaba más de menos, porque a veces cuando tenía un día malo me metía entre letras a intentar sentirme mejor y tus blogs siempre era uno de los que visitaba, la verdad una alegría que vuelvas a estar en blogger y espero leer más cosas tuyas, ya lo sabes. Lucy... suena bonito, la historia un poco también... hay gente que sueña con aviones y nunca los cogen y al revés, tal vez algún día aprenderemos que no paramos de cogerlos al largo de la vida, que cada decisión es un destino diferente y que sin quererlo nos vamos despidiendo en miles de aeropuertos con la gente que forma parte de nuestra vida aunque nos duela, sí, porque duele, pero es así... yo me pregunto si algun dia aprenderemos a vivir con eso...

cuantos aviones cogiste ya?

besitos!

Ana A. dijo...

Nunca es tarde :)
<3
Aquí seguiré pegada, de este blog desde el principio, que este bien andrés

Unknown dijo...

Hola andrès!! que ricos relatos, llenos de invierno, de lluvia, de ti!! Comparto tus sentimientos por el impetuoso sol, y comparto tus letras tan lucidas y claras, las cuales insitan a seguir escribiendo...

Te mando un saludo desde Guadalajara Mexico

No dejes de escribir!!
Ciao!!

KC Aguilera Luja