lunes, 11 de abril de 2011

Hace cuatro años...



Ya no sé cómo podría ser mi vida sin ella, sin sus manitas tibias tocando las mías para llevarme a jugar a su rinconcito de siempre. No hace mucho que ella está en mi vida y sin embargo yo siento que mi cariño logró una cúspide la primera vez que la vi tan pequeña e indefensa.

Ella se llama Alejandra, mi Ale… es la hija de una de las mujeres mas importantes de mi vida y desde hace casi cuatro años ha transformado mi mundo en abrazos y pensamientos sobre todo lo feliz que puedo ser estando a su lado.

Aun recuerdo cuando sólo era una palabra, un pensamiento que se agrandaba poco a poco y de pronto Ale llegó en forma de mi sobrina y yo no sabia dónde poner tanta felicidad por su existencia, por su pequeño nombre.

Yo siento que tengo una complicidad con ella desde que nació, que hay un lazo que hasta el día de hoy nos une, quizá porque ella es mi esperanza de lo todo lo que fui y dejé de ser… Ella siempre me alza sus brazos para que la cargue acomodando su cabecita en mi hombro, mientras cierra sus ojitos perdiéndose entre el sueño donde se vuelve más indescriptible e infinita, es por eso que mi hermana se sorprende diciéndome que yo soy el único que la logra hacerla dormir ni bien la carga, que debo tener algún secreto, pero solamente Ale y yo sabemos eso, sabemos las canciones que le he compuesto desde que nació y que le canto al oído cuando la tengo en mis brazos, la verdad sabemos tantos pequeños detalles que van creciendo conforme ella avanza y se va convirtiendo en una hermosa niña, y aunque eso en parte me hace muy feliz también me duele mucho, porque Ale tan pequeña y tan linda, poco a poco crecerá, se ira llenando de este mundo deforme y malo y yo no quiero que nada le toque a ella, no quiero que nunca nadie la haga llorar, que nadie le diga cosas malas y que ella no aprenda esas manías que uno cuando conoce el mundo sin querer (o queriendo) aprende, pero lo sé es egoísta de mi parte pretender que mi Ale no crezca y se quede como una bebita para mí, supongo que en parte el amor siempre será egoísta. Por eso lo único que puedo hacer es velar por ella desde mi condición de tío, puedo poco a poco enseñarle que debe de sonreír y ser fuerte siempre, por eso unas veces al mes siempre me haré el enfermo en el trabajo para ir a su casa a cuidarla, para pasar toda una mañana entre juguetes y dibujos animados, le cocinaré, le prepararé su leche y le contaré todos los cuentos de su repisa, mientras yo la abrazo y ella al mirarme me pregunta con su curiosidad de niña: “Estas triste tio?” Y a mí me da ganas de decirle que no, que no pasa nada y ella que me dice que le cante las canciones cuando era bebita, esas canciones que le creaba cuando nadie más la podía hacer dormir y yo siento que ella en esos momentos me perdona todos los errores que cometí, de todas esas cosas que acaban y que de pronto uno llega con las manos vacías a donde no quiere llegar… Ale puede calmarme lo que ya nadie puede y por eso siempre le digo: “Te quiero mi Ale” y ella abrazándome me responde: “Te quiero tio Ronald” Y yo por dentro me digo perdón…

Por eso mi Ale, hoy que es 11 de abril y que es tu cumpleaños, estaré contigo celebrando que hace cuatro años llegaste a este mundo. Por eso tú y yo bailaremos hoy, haré el ridículo quizá como payaso pero nada importa con tal de que seas cada vez más feliz, porque al igual que por mis padres y hermanos también daría la vida por ti sin dudarlo, ya que eres esa cadenita que seguirá con nuestras huellas, porque contigo puedo demostrar que el amor también puede ser infinito…

Mi pequeña, mi nubecita, mi hermosa princesa… Te quiero tanto… que para mí exististe desde siempre.

4 comentarios:

Begoña Argallo dijo...

Es imposible tener blog y no dedicar páginas a las personas a las que queremos. Del mismo modo que es imposible tener un niño cerca y no desear mimarle y protegerle de un mundo en ocasiones tan peligroso. Pero es inevitable que crezcan, y creo que el mejor regalo se lo brinda quien comparte su tiempo con ellos y le lee mucho, le inventa mundos fabulados y les hace creer en sí mismos. Creo que esas son las vitaminas que les servirán para ese mañana en el que siendo adultos deberán escoger qué clase de persona quieren ser.
Hace tiempo yo escribí esto para mi niña, esa niña que hoy he visto reflejada en esta entrada tan sublime. Lo hago con una petición, que los sueños de Alejandra se cumplan también. Felicidades a los dos por ese cariño tan especial.

http://dasdelluvia.blogspot.com/2010/08/que-se-cumplan-tus-suenos.html

Anónimo dijo...

Si los que leen esto supieran que... ah no, mejor no hablo, ¿verdad?

Acida dijo...

Feliz cumpleaños Ale (aunque algo tarde)

Saludos andrés.

Sandra dijo...

El como te expresas de ella me hace sentir que realmente eres su padre cuando una criaturita llega es como una luz que guia tus pasos la esperanza la fe es simplemente la vida y nos hace sentir y creer en lo que ya no creiamos y no queremos que crescan nunca tu lo dijistes es egoista pero es amor asi es como me siento cada vez que veo a mi hijo que si el no esta mas yo moriria... los niños son el regalo mas grande de Dios :D te dan felicidad