miércoles, 6 de marzo de 2013
Despeinado.
Cuando cumplió diez años
Se deshizo por llenar sus bolsillos de algodón
El árbol fuera de la casa le convidaba una sombra
donde podía esconderse a la hora de los juegos
Él se dispuso a cortar papeles en medio de la pista
Muchos autos pasaron
Muchos gritos diferentes en bocas ajenas
Y alguien por ahí lo llamó: loco lunático loco (otra vez)
Cuando se dio cuenta que no tenia amigos le creó un nombre a la pared,
Le rozó con los dedos y le contó su vida:
“Nací muy chiquitito que no recuerdo, como no recuerdo lo que hay dentro cuando cierro mis manos…”
En la época de lluvia le causaba un temor los resfriados,
Se detenía a pensar si las paredes también se enfermaban.
Muchas madrugadas sin dormir, mucho llanto acompañado de muchas historias
Un día cuando se acercó a la pared la encontró pintada con unas letras que decían: Loco lunático loco…
Arrastró sus pies.
Se fue a caminar muy lejos (Despacito).
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1 comentario:
Las etiquetas nunca deberían confundirse con las personas. Quizá el loco lunático estuviese demasiado cuerdo para un mundo donde sobraban los muros.
Saludos
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